Un regalo de Sergio Astorga

martes, 26 de junio de 2012

Manuel





Por muy de punta que me caigan los chuzos. Por muy grandes que sean los molinos a los que enfrentarme. Por muy mal que me encuentre...

Por muchos años que pasen...


Siempre, siempre, siempre, frente al desvelo de tu ausencia, habrá en mi ánimo un hueco abrigado y cálido para el sueño de tu voz, tu imagen, tu recuerdo.


Schlafe, mein Liebster!











Der Abschied
Mong-Kao-Jen, Wang-Wei y Gustav Mahler


Die Sonne scheidet hinter dem Gebirge.
In alle Täler steigt der Abend nieder
Mit seinen Schatten, die voll Kühlung sind.
O sieh! Wie eine Silberbarke schwebt
Der Mond am blauen Himmelssee herauf.
Ich spüre eines feinen Windes Weh'n
Hinter den dunklen Fichten!
Der Bach singt voller Wohllaut durch das Dunkel.
Die Blumen blassen im Dämmerschein.
Die Erde atmet voll von Ruh' und Schlaf;
Alle Sehnsucht will nun träumen.
Die mäden Menschen geh'n heimwärts,
Um im Schlaf vergess'nes Glück
Und Jugend neu zu lernen!
Die Vögel hocken still in ihren Zweigen.
Die Welt schläft ein!


Es wehet kühl im Schatten meiner Fichten.
Ich stehe hier und harre meines Freundes;
Ich harre sein zum letzten Lebewohl.
Ich sehne mich, O Freund, an deiner Seite
Die Schönheit dieses Abends zu genießen.
Wo bleibst du? Du läßt mich lang allein!
Ich wandle auf und nieder mit meiner Laute
Auf Wegen, die vom weichem Grase schwellen.
O Schönheit! O ewigen Liebens-, Lebens-trunk'ne Welt!


Er stieg vom Pferd und reichte ihm den Trunk
Des Abschieds dar.
Er fragte ihn, wohin er führe
Und auch warum es müßte sein.
Er sprach, seine Stimme war umflort: Du, mein Freund,
Mir war auf dieser Welt das Glück nicht hold!
Wohin ich geh'? Ich geh', ich wand're in die Berge.
Ich suche Ruhe für mein einsam Herz!
Ich wandle nach der Heimat, meiner Stätte.
Ich werde niemals in die Ferne schweifen.
Still ist mein Herz und harret seiner Stunde!


Die liebe Erde allüberall
Blüht auf im Lenz und grünt aufs neu!
Allüberall und ewig blauen licht die Fernen!
Ewig... Ewig...




La despedida
Traducción: Luis Gago



El sol parte tras las montañas.
En todos los valles cae la tarde
con sus sombras, llenas de frescor.
¡Oh, mira! Como un barco plateado
flota la luna en el lago azul del cielo.
¡Siento el temblor de una suave brisa
tras los sombríos abetos!


El arroyo canta lleno de hermosos sonidos a través de la oscuridad.
Las flores palidecen en el ocaso.
La Tierra respira llena de calma y sueño,
todos los anhelos ahora duermen.
¡Los hombres cansados van a casa,
para aprender de nuevo en silencio
la felicidad y la juventud olvidadas!
Los pájaros se acurrucan en silencio en sus ramas.
¡El mundo se adormece!


Un viento frío sopla entre las sombras de mis abetos.
Me quedo aquí y espero a mi amigo;
espero hasta su último adiós.
Añoro, amigo, disfrutar a tu lado
de la belleza de este atardecer.


¿Dónde estás? ¡Me has dejado solo hace mucho tiempo!
Vago de acá para allá con mi laúd
por caminos recubiertos de suave hierba.
¡Oh, belleza, oh, mundo ebrio del amor y la vida eternos!


Se bajó del caballo y le ofreció la bebida
de la despedida. Le preguntó adónde se encaminaba
y también por qué había de ser.
Habló, su voz estaba velada: ¡Tú, amigo mío,
a mí la fortuna no me fue propicia en este mundo!
¿Adónde voy? Voy, vago hacia las montañas.
¡Busco paz para mi corazón solitario!
¡Vago hacia mi patria, hacia mi morada!
Nunca más vagaré en la lejanía.
¡Tranquilo está mi corazón y aguarda su hora!


¡Por todas partes la amada Tierra
florece en primavera y reverdece!
Por todas partes, y eternamente, azulean luminosos los horizontes,
Eternamente... eternamente...


[Disculpen el poco cuidado en la edición de esta entrada. Donde estoy no dispongo ni de ganas ni de las opciones necesitarias para variar a mi gusto tamaño, color, tipo de texto o para añadir la menor floritura. Pero el motivo que me ha llevado a escribirla bien se merece el esfuerzo que he tenido que hacer para publicarla y las incomodidades que sus defectos les puedan acarrear. No habrá posibilidad de comentarios porque a la hora en que este post se publique yo estaré metida en un quirófano pero, sobre todo y fundamentalmente, porque quiero que la admiración, la añoranza y el silencio sean para él esta vez los mejores compañeros de viaje.
Un abrazo]